sábado, 7 de febrero de 2015

EL PISCO SAUER ES MINERO

BEBIDA NACIO EN CERRO DE PASCO

Ahora que con motivo del Día del Pisco, los piscólogos. bar ténderes, anfitriones y sobre todo cultores del saber del buen beber, se han despachado a su manera explicando y demostrando que el pisco sauer tiene origen limeño.

Queremos dar a conocer que parece mentira que tanta intelectualidad y también materialidad bebedorística, no se haya percatado que el origen del pisco sauer fue zanjado hace alrededor de 90 años atrás y nada menos que por Don Luis Alberto Sánchez quien demostró que la bebida de bandera peruana, tuvo sus inicios durante los descansos de las agotadoras jornadas de trabajo al construirse el ferrocarril La Oroya-Cerro de Pasco y las no menos agotadoras jornadas mineras en el socavón.

Enrique Robles Jiménez en su Revista Cultural Pasco Nº. 25 de Mayo del año 2014  en su artículo “110 aniversario de El Pisco Sauer” señala:

Mirando hacia el pasado, recordamos a José Schiaffino  gran investigador del origen del pisco sauer aseverando que nuestro célebre cóctel es un trago limeñísimo de padres extranjeros.

Morris, natural de Salt Lake City (Utah, Estados Unidos). Llegó al Perú a inicios de 1,900 para trabajar en el ferrocarril central, cuyo tramo Cerro de Pasco-La Oroya fue inaugurado en 1,904 con una gran ceremonia supervisada por él.

Cuentan que ese día el wisky (para ¿sauers?) se acabó, por lo que el anfitrión simplemente atinó  a cambiar el destilado traido de Estados Unidos por el pisco. 

Al retirarse de la empresa ferroviaria, Morris se muda a Lima y funda el bar que es reconocido como la cuna del pisco sauer.

En el párrafo anterior encontramos algunas contradicciones y medias verdades que son necesarias de aclarar.

Primero.- De acuerdo a la versión de Luis Alberto Sánchez –quien conoció y trató a Víctor Morris como asiduo concurrente al bar Morris de la calle Boza –en su libro “Testimonio Personal. Memorias de un peruano del siglo XX”  afirrna :

“El gringo (William) Morris, norteamericano, medio cojo, había trabajado en las minas de Cerro de Pasco, donde dirigía una casa de juego muy concurrida por los empleados de la “compañía” (La Smelter Company y la Cerro de Pasco Cooper Corporation)

En efecto Morris llegó a Cerro de Pasco en 1,902 (junto a los norteamericanos que habían comprado las minas de la zona) para trabajar en el bar hotel de la empresa minera.

Allí conoció el pisco peruano, allí también conoció el “ponche de pisco”, bebida de influencia morisca que los antiguos mineros bebían desde La Colonia.

Segundo.- La inauguración del ferrocarril La Oroya-Cerro de Pasco (28 de julio de 1,904) fue un acto de gran trascendencia al cual asistieron el embajador noretamericano Dudley y el Dr. Serapio Calderón encargado de la Presidencia del Perú debido al fallecimiento  de don Manuel Candamo.

La recepción fue preparada por el Sr. James McFarlane, superintendente de la Cerro de Pasco Mining Co. Y por el alcalde de la  ciudad Buenaventura Ävila.

En esa ocasión se repartieron entre los principales  asistentes, medallas y tarjetas de oro y plata alusivas al acto y el pisco sauer se consumió masivamente. Por esos afirmamos que esta bebida tiene 110 años de permanencia en nuestra sociedad.

Tercero.- Si bien el pisco sauer se sirvió masivamente en la inauguración del ferrocarril La Oroya-Cerro de Pasco, el licor se consumía mucho antes en los clubes de los trabajadores mineros.

El maestro Sánchez en el referido libro dice: “El juego (sobre todo la ruleta, el crap y la pinta) requiere acompañamiento de alcohol. El licor peruano por excelencia es el pisco. El pisco puro es áspero, aunque grato en las altitudes de nuestra serranía. 

Para atenuar sus efectos convenía alguna mezcla grata. Morris le aplicó las reglas del wiskhy sauer con algunas variantes y así resultó el pisco sauer, una de las mejores bebidas del mundo y casi casi, parte del escudo del Perú.

Cuarto.- Los historiadores limeños ocultan la historia del gringo Morris durante el período  1902-1917.

 Morris vivió en Cerro de Pasco 15 años, allí se casó, en 1,905 con María Isabel Vargas y con ella tuvo tres hijos y durante ese período siempre se dedicó a trabajar detrás de las barras, tanto en Cerro de Pasco como en Smelter donde los funcionarios mineros pasaban la noche entre juegos y licores.

Por todo ello el célebre trago es tan cerreño como la plata que Cerro de Pasco sigue produciendo.