domingo, 23 de junio de 2013

Agosto 30. Santa Rosa Patrona de los mineros


Desde 1,996 debía celebrarse cada año, el 30 de agosto, a Santa Rosa de Lima como patrona de los mineros del Perú. Sin embargo no lo es así.
Tal vez debido a que la advocación de la santa limeña está orientada a muchas instituciones y localidades del Perú, nuestros mineros han dejado de lado conmemorar esta fecha de gran importancia y muy necesaria para ir logrando nuestra unidad  e identidad en estos tiempos en que la minería no siempre está muy bien vista.
No se trata de que el día de Santa Rosa  sea una oportunidad  de jolgorio acompañada de  fiestas, bailes, desfiles y brindis propios de muchos festejos religiosos en nuestro país.
Más bien este día debería dedicarse a hacer un  alto en las tareas cotidianas y por nuestra cuenta  rendir el homenaje solemne que se merece nuestra santa patrona.
Una fecha para darnos cuenta que pertenecemos a un sector que desde los albores de la civilización en nuestro país nos organizamos para aprovechar los tesoros de la tierra y que nuestro esfuerzo tiene un fin loable.
Una fecha para mostrar nuestro carácter indomable frente a la naturaleza en búsqueda de nuestro sustento y el desarrollo de la colectividad, así como también nuestro  afán de contribuir al progreso de la empresa minera y del país en general.
Hacer ver que valemos mucho por lo que hacemos y que lo que hacemos, se produce  en el Perú, por el Perú y para el Perú.
Siempre bajo la protección de Santa Rosa de Lima, patrona de los mineros del Perú.

martes, 11 de junio de 2013

POTOSÍ PRIMER DORADO DE AMERICA

Se dice que las vetas de plata en Potosí  fueron descubiertas de forma casual, una noche del año 1545, por un pastor quechua llamado Diego Huallpa, que se perdió mientras regresaba con su rebaño de llamas. Decidió acampar al pie del Cerro Rico y encendió una gran fogata para abrigarse del frío. Cuando despertó por la mañana, se encontró con que, entre las brasas humeantes de la fogata, brillaban hilillos de plata, fundidos y derretidos por el calor del fuego. El cerro, aparentemente, era tan rico en vetas de plata que la misma se encontraba a flor de tierra. El 1 de abril de 1545, un grupo de españoles encabezados por el capitán Juan de Villarroel tomaron posesión del Cerro Rico, tras confirmar el hallazgo del pastor, e inmediatamente establecieron un poblado.
Según otra versión, los incas ya conocían la existencia de plata en el cerro, pero cuando el emperador inca intentó comenzar a explotación del cerro, este lo expulsó mediante una estruendosa explosión (de donde deriva el nombre del lugar, "¡P'utuqsi!"), prohibiéndole el extraer la plata, que estaba reservada "para los que vinieran después". Los historiadores ven en esta variante una deliberada influencia de los españoles en la leyenda, para legitimar sus labores en el cerro.
La inmensa riqueza del Cerro Rico y la intensa explotación a la que lo sometieron los españoles hicieron que la ciudad la ciudad creciera de manera asombrosa. Su riqueza fue tan grande que en su monumental obra "Don Quijote de la ManchaMiguel de Cervantes acuñó el dicho español vale un Potosí, que significa que algo vale una fortuna.

La producción de plata llegó a su punto máximo alrededor del año 1650, momento en el cual las vetas empezaron a agotarse, y Potosí entró en un camino cuesta abajo del que no pudo recuperarse jamás.Pero la población indígena, en tanto, sufría una explotación infrahumana. Decenas de miles de indígenas fueron sometidos a la mita, un sistema que ya era habitual en el incario, pero cuyo uso intensificaron los españoles, y creció aún más a instancias del virrey Francisco Álvarez de Toledo, ante la falta de mano de obra para la minería. 
A los mitayos (como se llamaba a los indios sometidos mita) se les hacía trabajar hasta 16 horas diarias, cavando túneles, extrayendo el metal manualmente o a pico, etc. 
Eran muy frecuentes los derrumbes y otros accidentes, que ocasionaban la muerte de cientos de trabajadores. Las rebeliones eran ahogadas a sangre y fuego. Es probable que hasta 15.000 indígenas hayan muerto en la explotación de la plata, entre 1545 y 1625, aunque las estimaciones más alcistas hablan de uno a ocho millones de trabajadores muertos, sin embargo, estas últimas cifras no son muy aceptadas en la actualidad.1

viernes, 7 de junio de 2013

LA MINERIA DE LA CONQUISTA


En cuanto a la minería en América durante la conquista, se   logró dinamizar el control político y administrativo de las colonias, gracias a que estas tierras aportaron el metálico más importante de aquellos tiempos: la plata.
En el Nuevo Mundo hasta entonces solo se conocían ciertos metales (entre ellos la plata y el oro), pero los pobladores  no le otorgaban el uso que los occidentales le daban, ya que no existía el comercio y la economía era de sólo sustentación.
Los españoles llegaron a Perú en el año 1,532 y el primer minero fue precisamente el conquistador Francisco Pizarro quien en 1,533 ya estaba en posesión de la mina incaica Porco.
En 1,538 Pedro de Candia que fue uno de los “13 de la Isla del Gallo” que decidieron la conquista del Tahuantinsuyo, tomó posesión del yacimiento minero de Carabaya “donde se encontraban pepitas de oro de hasta 4 arrobas de peso”.
Y entre 1,5442 y 1,545 se desató la fiebre del oro que llevó a los conquistadores a todos los rincones en busca del preciado metal
 Los españoles trajeron los implementos y tecnología adecuada para la  explotación minera a  nivel "industrial", gracias también a la utilización de la fuerza indígena.
Introdujeron el uso del mercurio y expandieron la perforación de túneles inclinados o semiverticales y al avanzar en la perforación dejaban pilares de la roca para sujetar las paredes.
Las herramientas utilizadas fueron  las lampas, picos, combas y barretas.
La mita que era una forma de trabajo comunal de los incas, lo aplicaron al trabajo gratuito y obligatorio en las minas, en condiciones infrahumanas que ocasionaron la muerte de millones de peruanos.
Las técnicas para la extracción de plata mejoraban rápidamente. En un inicio la plata era separada de los demás metales a través de los hornos llamados huairas (en los andes), pero solo servía para la plata de alta ley (que por lo general se encontraba casi a ras del suelo), para la plata que se encontraba en las vetas más profundas este tipo de fundición no servía
Los trabajadores estaban clasificados en: barreteros que trabajaban la roca rompiéndola con la fuerza de sus manos y barretas; palleres que seleccionaban el mineral obtenido y los capacheros que transportaban el mineral a la superficie llevándolo en sacos en hombros y espaldas.
La explotación minera sistemática se produjo cuando se localizaron vetas importantes, muchas de ellas a flor de tierra que permitieron el asentamiento de grupos dedicados en forma exclusiva a la explotación de los minerales.
Por ejemplo se sabe que  en la década de 1540 fue descubierto Potosí y recién en 1570 empezó su explotación minera a gran escala..
En 1555 el español Bartolomé de Medina creó (en México) la separación de la plata a través del azogue (mercurio). El mercurio absorbe la plata siempre y cuando ésta se encuentre en estado de polvo o harina. "Esta acción daba como resultado una amalgamación llamada pella". Luego se separaba el azogue y quedaba la plata pura y de alta ley. Lo económico de este método es que el mercurio podía volver a utilizarse luego del proceso.
La Nueva España tuvo que importar azogue desde la península a diferencia del Virreinato del Perú que contaba con la Minas de Huancavelica (Oropesa, las minas de Santa Bárbara).
 A partir de 1572 la producción de plata de Potosí se triplicó gracias al método de la amalgamación. Aunque la inversión fue elevada, tanto Potosí como Zacatecas daban dividendos altísimos, lo que impulsaba a los mineros  pudientes a realizar molinos para la trituración de metales, hornos para la fundición, etc. Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios comerciales que engranaron todo un circuito comercial entre los cuales se encontraban la ciudad de México para Zacatecas y Guanajuato y la ciudad de los Reyes o Lima  para Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica.
Hay que tener en cuenta que el monopolio comercial que estuvo alrededor de la minería se vio afectado rápidamente por el contrabando de materiales (azogue, hierro), reventa de minerales y sobretodo por la salida del mineral  a través de embarques ilegales, como Arica, hacia mercados franceses e ingleses.

Entre las  principales minas establecidas durante el virreinato del Perú figuran: 
Potosí: c. 1545
Pasco: 1567
Castrovirreina: 1590
Oruro: 1608
Cailloma: 1608
Laicacota: 1619
Lucanas y Parinacochas: 1630 


LA MINERIA DE LA CONQUISTA


En cuanto a la minería en América durante la conquista, se   logró dinamizar el control político y administrativo de las colonias, gracias a que estas tierras aportaron el metálico más importante de aquellos tiempos: la plata.
En el Nuevo Mundo hasta entonces solo se conocían ciertos metales (entre ellos la plata y el oro), pero los pobladores  no le otorgaban el uso que los occidentales le daban, ya que no existía el comercio y la economía era de sólo sustentación.
Los españoles llegaron a Perú en el año 1,532 y el primer minero fue precisamente el conquistador Francisco Pizarro quien en 1,533 ya estaba en posesión de la mina incaica Porco.
En 1,538 Pedro de Candia que fue uno de los “13 de la Isla del Gallo” que decidieron la conquista del Tahuantinsuyo, tomó posesión del yacimiento minero de Carabaya “donde se encontraban pepitas de oro de hasta 4 arrobas de peso”.
Y entre 1,5442 y 1,545 se desató la fiebre del oro que llevó a los conquistadores a todos los rincones en busca del preciado metal
 Los españoles trajeron los implementos y tecnología adecuada para la  explotación minera a  nivel "industrial", gracias también a la utilización de la fuerza indígena.
Introdujeron el uso del mercurio y expandieron la perforación de túneles inclinados o semiverticales y al avanzar en la perforación dejaban pilares de la roca para sujetar las paredes.
Las herramientas utilizadas fueron  las lampas, picos, combas y barretas.
La mita que era una forma de trabajo comunal de los incas, lo aplicaron al trabajo gratuito y obligatorio en las minas, en condiciones infrahumanas que ocasionaron la muerte de millones de peruanos.
Las técnicas para la extracción de plata mejoraban rápidamente. En un inicio la plata era separada de los demás metales a través de los hornos llamados huairas (en los andes), pero solo servía para la plata de alta ley (que por lo general se encontraba casi a ras del suelo), para la plata que se encontraba en las vetas más profundas este tipo de fundición no servía
Los trabajadores estaban clasificados en: barreteros que trabajaban la roca rompiéndola con la fuerza de sus manos y barretas; palleres que seleccionaban el mineral obtenido y los capacheros que transportaban el mineral a la superficie llevándolo en sacos en hombros y espaldas.
La explotación minera sistemática se produjo cuando se localizaron vetas importantes, muchas de ellas a flor de tierra que permitieron el asentamiento de grupos dedicados en forma exclusiva a la explotación de los minerales.
Por ejemplo se sabe que  en la década de 1540 fue descubierto Potosí y recién en 1570 empezó su explotación minera a gran escala..
En 1555 el español Bartolomé de Medina creó (en México) la separación de la plata a través del azogue (mercurio). El mercurio absorbe la plata siempre y cuando ésta se encuentre en estado de polvo o harina. "Esta acción daba como resultado una amalgamación llamada pella". Luego se separaba el azogue y quedaba la plata pura y de alta ley. Lo económico de este método es que el mercurio podía volver a utilizarse luego del proceso.
La Nueva España tuvo que importar azogue desde la península a diferencia del Virreinato del Perú que contaba con la Minas de Huancavelica (Oropesa, las minas de Santa Bárbara).
 A partir de 1572 la producción de plata de Potosí se triplicó gracias al método de la amalgamación. Aunque la inversión fue elevada, tanto Potosí como Zacatecas daban dividendos altísimos, lo que impulsaba a los mineros  pudientes a realizar molinos para la trituración de metales, hornos para la fundición, etc. Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios comerciales que engranaron todo un circuito comercial entre los cuales se encontraban la ciudad de México para Zacatecas y Guanajuato y la ciudad de los Reyes o Lima  para Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica.
Hay que tener en cuenta que el monopolio comercial que estuvo alrededor de la minería se vio afectado rápidamente por el contrabando de materiales (azogue, hierro), reventa de minerales y sobretodo por la salida del mineral  a través de embarques ilegales, como Arica, hacia mercados franceses e ingleses.

Entre las  principales minas establecidas durante el virreinato del Perú figuran: 
Potosí: c. 1545
Pasco: 1567
Castrovirreina: 1590
Oruro: 1608
Cailloma: 1608
Laicacota: 1619
Lucanas y Parinacochas: 1630