domingo, 13 de octubre de 2013

TRADICION ARTESANAL MINERA

Los antiguos pobladores del Perú, mucho antes que  los incas   ya trabajaban diversos metales, entre ellos el oro  y la plata de manera artesanal.

Con ello obtenían la materia prima que les servía para confeccionar  diversos utensilios domésticos,  herramientas para distintos  usos y adornos como aquellos que acompañaban a sus difuntos en las tumbas denominadas huacas..

Ejemplo típico de estos trabajos son el Lanzón monolítico de Chavin de Huantar y  el Tumi de oro que se usaba como instrumento quirúrgico para la  cirugía común y para la trepanación de cráneos    

Durante  la Conquista cuando se despertó una verdadera fiebre por extraer el oro y la plata que abundaban en suelo peruano,  el  típico trabajador minero era el   capacho, capachón o capachero que extraía el mineral de las entrañas de la tierra utilizando solamente el pico o la azada,  la pala y la lampa  cargando  el mineral  a sus espaldas en unos bolsos de cuero llamados capachos.

Miles de estos hombres fueron muriendo en esta labor que sólo beneficiaba a los conquistadores  quienes además de utilizar el mineral en provecho propio lo hacían  para tributar ante la monarquía y/o para  ganar prebendas de la corte real.

 En esta  época  precisamente Cerro de Pasco. fue denominada por su contribución a la corona real  española, como “Ciudad Real de Minas”,

Algunos hechos anecdóticos del beneficio que se  lograba con la explotación aurífera en la Colonia son narrados por don Ricardo Palma en sus “Tradiciones Peruanas”

De entre ellas tomamos a continuación,  dos historias que fehacientemente ilustran el nivel de riqueza que  alcanzaron algunos de estos mineros artesanales allá por los años 1,700.
La primera trata sobre Ijurra  un personaje que no sabía qué hacer con su fortuna y la otra sobre un marqués que ganó su título a fuerza de su oro y que no vivió para disfrutarlo.



 Tumi de Oro

Lanzón de Chavin de Huantar

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